Después de nuestro post de por qué es importante invertir cuando eres joven, veamos algunas preguntas y respuestas sobre la bolsa de valores.

El mundo de la bolsa es un gran desconocido para la mayoría de las personas. No existe demasiada cultura financiera en los países latinos, ya sea porque no se enseña en los colegios, no se habla demasiado en familia o simplemente nos han bombardeado desde Hollywood con el mensaje de que existen grandes riesgos de perder todo nuestro dinero en una crisis o que seamos defraudados y nos tengamos que tirar por una ventana de un rascacielos.
Es por ello que las personas entran a la bolsa con temor, cuando la realidad es que se trata de una de las decisiones más serias y sensatas que podemos tomar con nuestro dinero. Todo esto siempre y cuando sepamos lo que hacemos y tengamos nuestros riesgos de capital y liquidez controlados.
La gente erróneamente ve con buenos ojos meter el dinero debajo del colchón o en el banco, pero no invertirlo en empresas productivas. Esto lo puedes comprobar en el artículo sobre “cómo la inflación se come nuestros ahorros”.
Vayamos con las preguntas:
Índice
¿Es la bolsa un juego o un casino?

No, la bolsa no es un juego, un casino, ni nada parecido. Es un mercado donde se fija el precio de las diferentes empresas que lo conforman. Por ejemplo, si Nestlé tiene una capitalización bursátil de 310.000 millones de francos suizos hoy, esto quiere decir que para comprar ahora el 100% de la compañía tendríamos que pagar ese precio, pues es su valoración actual de mercado (esto dicho de manera brusca, pues para comprar el 100% habría que hacer una oferta pública de adquisición que está regulada, llamada OPA, en la que seguramente tendríamos que pagar una prima adicional por tener el control).
Si compramos acciones sueltas, simplemente estaremos comprando un porcentaje mejor, y seremos socios capitalistas y minoritarios de esa gran empresa.
Tiene algunos consejos de inversión en bolsa aquí.
¿Por qué sube y baja continuamente el precio de las acciones?
El precio de las acciones sube y baja con cada operación de compra-venta existente. No debemos hacerles caso a los “falsos gurús” que dicen que una acción sube un día porque hay más compradores que vendedores, o, al contrario. Tenemos que tener claro existe el mismo número de compradores que de vendedores. Por cada acción que se vende hay un comprador que la ha adquirido y tiene sus motivos, y por cada una que se compra, hay un vendedor que la ha vendido con sus porqués subjetivos también. El precio y el gráfico resultante lo van marcando cada operación, que a su vez viene determinado por la oferta y la demanda. Ni que decir tiene que la subjetividad de cada inversor es movida por factores diferentes, ya sean noticias, eventos en la empresa, decisiones o simplemente que encontraron mejores alternativas.
Valor y precio en bolsa. ¿Qué es?
No es lo mismo el precio que el valor. Por ejemplo, una persona puede comprar un coche de segunda mano valorado en 10.000 € a un precio de 8.000 € si el vendedor es forzado. El precio es 8.000 € y el valor 10.000 €. Por lo tanto, precio es lo que pagas, valor es lo que obtienes.
Nuestro trabajo como inversores será valorar los negocios y activos que hay detrás de cada empresa y ponerle un precio, sin dejar engañarnos por los vaivenes de la bolsa. Una vez hayamos estimado una valoración, si el mercado nos lo ofrece más caro, la decisión sensata sería no comprar. Si la bolsa nos ofrece las acciones más baratas que nuestra estimación, pensaremos si tenemos suficiente margen de seguridad para realizar la inversión (lee más sobre margen de seguridad cualitativo en las empresas).
Esta búsqueda de ineficiencias es lo que hacen los inversores profesionales, los que de verdad ganan dinero de manera recurrente.
Ni que decir tiene que las empresas van evolucionando, y si son buenas los precios objetivos que obtenemos tienden a ir subiendo a medida que generan más beneficios.

¿Qué hace falta para invertir bien?
Mi recomendación es que aprendáis contabilidad (el lenguaje de las empresas) y os vayáis directamente a las memorias y cuentas de las compañías, analizandolas de manera seria y estimando una valoración, sin mirar demasiado los gráficos para no influenciarse por los movimientos de las acciones.
En mi opinión, es la única manera sensata de invertir. Además de ello, el tiempo y la experiencia son el gran amigo del inversor inteligente.
Cuando se compran empresas buenas es posible que durante un tiempo nuestra inversión inicial esté por debajo de nuestro desembolso, por la volatilidad e ineficiencia cortoplacista del mercado, pero al adquirir compañías rentables y de calidad, aunque se pague un pequeño sobreprecio en un primer momento, con los años seguirán generando dinero que re-invertirán o repartirán al accionista en forma de recompra de acciones o reparto de dividendos. (lee los motivos por los que invertir en dividendos puede que no sea la mejor estrategia para ganar dinero)
¿Sirve para algo el análisis técnico?

En mi opinión, el análisis técnico, el cual se basa en el estudio de los gráficos, carece de ningún valor, y es un engañabobos para generar comisiones al broker.
Un posible ejemplo lo podríamos poner con un piso, el cual pondremos a cotizar en bolsa de manera ficticia para entender el concepto.
Nosotros estimamos que el inmueble tiene un valor de 200.000 € por su buena ubicación y calidad de materiales. Como cotiza en bolsa veremos su valoración cada segundo, esto es lo que están dispuestos a pagar los compradores y lo que están dispuestos a vender los vendedores. Como puedes imaginar, la valoración del inmueble la seguiremos estimando en 200.000 €, aunque la cotización se mueva por encima o por debajo todo el tiempo.
Imaginemos que un mes el propietario actual está dispuesto a venderlo por 210.000 €, el segundo mes por 220.000 € presuponiendo las bondades de su casa y la alegría con la que se están comprando las viviendas en la zona. Finalmente vende la casa por 190.000 € para tener que hacer frente a unos imprevistos. El piso es el mismo, las circunstancias de la zona también, pero la impresión de alguien que ve el gráfico no, porque vemos movimientos en él y nos influye. Si el piso cotizara en bolsa generaría un gráfico como este:

Un analista técnico estaría haciendo «dibujos», «tendencias», «figuras» y multitud de historias que no tienen ningún sentido económico.
Si lo pensamos bien, ¿A alguna persona inteligente se le ocurriría comprar una vivienda solo viendo un gráfico sin estudiar cómo es el piso, la zona, etc? Pues la bolsa es exactamente igual, pero en lugar de inmuebles se negocian empresas y el mercado da su valor cada segundo casi todos los días.
Nosotros, como inversores sensatos, hemos analizado la inversión como lo que realmente es (un inmueble que cotiza en bolsa de manera ficticia), y hemos llegado a la conclusión de que para realizar una buena inversión, deberíamos comprarlo por debajo de 200.000 € porque es su valor de mercado. Mientras más abajo más margen de seguridad tendremos, ya que, si hemos hecho bien nuestro trabajo de análisis de los inmuebles similares en la zona y queremos venderlo a futuro, ese sería el precio mínimo justo si nada cambia.
En cambio, los «supuestos gurús de la bolsa» siempre se aprovechan del desconocimiento de los inversores novatos, así como de que el mercado de la bolsa es líquido y se puede comprar y vender en el mismo día. Lo peor de todo es que incluso se lucran vendiendo cursos de cómo ganar y especular, pero no ganan dinero invirtiendo, ¡Ganan dinero con los cursos, por eso necesitan darlos!
Cuando el mercado está alcista, todo el mundo gana dinero y es fácil vender estas ideas. En cualquier caso, no conozco a nadie que gane dinero de manera continuada en el tiempo siguiendo una estrategia de análisis técnico.
Ojo que esto es mi opinión y es debatible, pero yo jamás invertiría de esta manera.
¿Invertir a largo plazo o a corto plazo?

Este es otro tema importante. La sociedad quiere resultados rápidos y sin esfuerzo, los cuales no existen, salvo golpes de suerte puntuales claro.
En este blog siempre seremos inversores a largo plazo, veamos por qué:
En este artículo hemos hablado de invertir, pero no de jugar o especular. Cuando alguien invierte en algo no espera salir de esa decisión en unos días, sino en años, salvo en casos excepcionales que ahora comentaremos.
Pongamos un ejemplo. Ahorramos un dinero e invertimos en una cafetería que nos encanta en nuestra ciudad pero que no cotiza en bolsa. Hemos calculado nuestro retorno de la inversión y esperamos obtener una rentabilidad anual del 15% durante los próximos 10 años, comprando el 100% del negocio.
Una vez en nuestras manos, ¿Pensaríamos vendersela a otro inversor al día siguiente si nos ofrece un 5% más? Seguramente no ya que para inversores como nosotros no nos conformamos con ese 5% y la inversión, que nos encantaba, era para largo plazo.
En la bolsa tenemos estas tentaciones cada día, cada hora, y cada segundo, pues la sensación de poder ganar o perder instantáneamente es adictiva. La realidad es que se puede ganar algo de dinero en operaciones puntuales, pero la evidencia indica que no de manera consistente, donde estos inversores estarán condenados a perder dinero.
Mi experiencia a la hora de invertir es que lo mejor es ir a largo plazo (vea como puede ser millonario empezando joven), comprar y no hacer nada más, hasta que se vayan cumpliendo nuestras tesis de inversión o tengamos mejores alternativas. Los inversores más ricos del mundo son largoplacistas e invierten en bolsa como si estuvieran comprando toda la empresa, analizando sus estrategias, cuentas, competencia, etc.
Existen casos en los que sí tiene sentido vender a corto plazo, si se cumplen nuestras previsiones de manera acelerada. Esto puede pasar si la acción comprada se dispara en bolsa de manera rápida, dejándonos con alternativas mejores para invertir, o si algún inversor lanza una OPA con prima buscando controlar la compañía por un precio igual o superior al de nuestra valoración.
Saliéndose de la bolsa, imaginemos que al día siguiente de comprarnos el piso anteriormente comentado, por el que pagamos 190.000 €, alguien nos ofrece 300.000 € por él, cuando nosotros pensamos que vale 200.000 €. Vender a corto plazo si sería una gran operación, y no especulación.
¿Qué ocurre cuando hago una valoración de una acción y sigue bajando en bolsa?

Imaginemos que hemos comprado Nestlé con un -30% de descuento sobre nuestra valoración. ¿Significa eso que Nestlé va a subir un 30% rápidamente hasta llegar a nuestro valor objetivo? Para nada. De hecho, en el mercado también se da el caso contrario, es decir, que la acción pueda seguir bajando. Si esto ocurre creedme que nos hará pensar si nos hemos equivocado o no con nuestra tesis de inversión, testeando nuestra psicología y dándonos qué pensar.
Esto se da porque el mercado es ineficiente a corto plazo, aunque tiende a ser eficiente a largo plazo. La bolsa se deja llevar por el ruido y las noticias en breves periodos de tiempo, en el que cada inversor de manera subjetiva compra y vende, pero con los años las valoraciones convergen con las cuentas de resultados y las calidades de las compañías.
La mayoría de inversores, y más los novatos, no son capaces de asumir estas pérdidas puntuales porque tienen una visión muy cortoplacista. De hecho, cuando algo les baja, están deseando que vuelva a subir para “cubrir pérdidas” y vender.
En mi opinión, aunque solo compremos un puñado de empresas, hay que tener la mentalidad de comprarlas como si estuviéramos comprando el 100% del bar de tapas que tanto nos gusta, y mantenerlo para siempre siempre y cuando las hayamos analizado de manera adecuada, o en su defecto, un largo periodo de tiempo. Si nos gusta tanto y hemos invertido por ese motivo. ¿Por qué deberíamos vender y estar tentados de comprar y vender todo el tiempo?
Respecto a las acciones que compramos con descuento sobre nuestra valoración, el que caiga más no debería preocuparnos si hemos hecho bien nuestra valoración y estamos convencidos de ello. De hecho, ¿Qué problema hay para el inversor largoplacista de que en un momento determinado las acciones de la compañía X que estimamos valen 100 € y las compramos a 70 €, las podamos comprar ahora a 50 €? Sinceramente si tuviera liquidez compraría más, pues estoy comprando lo mismo con más margen de seguridad. Es como si el piso del ejemplo anterior en lugar de poder comprarlo a 190.000 € lo pudiéramos comprar a 100.000 €. ¿Por qué en bolsa nos daría miedo comprar cuando bajan las cosas y en la compra de la vivienda no si no ha pasado nada que nos haga cambiar nuestra valoración?
En el gráfico veríamos una caída muy pronunciada y nos condicionaría, pero la realidad es que el descuento sobre su valor ahora es mucho mayor, y con ello el margen de seguridad.
Esperemos que os haya gustado este artículo. Para más preguntas o debate no dudéis en dejarnos algún comentario. Si queréis profundizar en el tema de inversión os recomendamos los siguientes libros:
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