7 mitos sobre la bolsa

Mitos de la bolsa y el mercado financiero

La bolsa suele generar expectación y miedo a partes iguales. Existen multitud de mitos en la bolsa y el mercado financiero. Desmentimos algunos de ellos a continuación:

Este es uno de los mitos más extendidos en finanzas.

Es cierto que la economía mundial y las empresas tienden a crecer con el tiempo, aunque pasen recesiones y ciclos negativos por el camino. Sin embargo, no siempre sucede que los índices de bolsa acompañen estos crecimientos a largo plazo.

Suele ocurrir que si compramos un índice en un momento de burbuja para mantener a largo plazo, seguramente perdamos dinero aunque conservemos la posición durante años. Simplemente por adquirir un activo a un precio mucho mayor a su valor real.

Esto ocurrió en Japón a raíz de su crisis inmobiliaria de 1990. Los bienes inmuebles del país llegaron a representar el 20% de la riqueza mundial, un valor similar a cinco veces el territorio total de Estados Unidos.

Solo en la ciudad de Tokio valían más que todo el territorio del país americano.

En el gráfico histórico del índice japonés Nikkei 225 se observa la gran subida en la burbuja de 1990 y la posterior caída. Casi 30 años después, aún no se ha recuperado por completo.

 

Esto también ha estado sucediendo en Europa desde la crisis de 2007, aunque claro, en menor medida. En cualquier caso, después de 12 años, los índices siguen por debajo de los máximos de burbuja.

Hay que ser rico para invertir en bolsa

No se necesita mucho dinero para comenzar a invertir en los mercados financieros.

Hay acciones que solo valen unos céntimos y se pueden comprar a ese precio. Si es recomendable un mínimo de inversión, ya que nuestro bróker nos cobra comisiones en cada compra-venta.

No invierto en bolsa porque es muy arriesgado

Si crees que invertir en bolsa tiene mucho riesgo, mira lo que le pasa a tu dinero con la inflación si lo dejas en el banco.

En 100 años de historia, el dólar ha perdido el 95% de su valor. Esto ocurre en todas las monedas del mundo.

Las personas perciben riesgos en la bolsa porque sube y baja cada día, pero se olvidan que sus ahorros de toda la vida «bajan un poquito» de manera continua por la inflación cuando no invierten.

Si invertimos en buenas empresas a buen precio, estas irán subiendo el precio de sus productos a medida que se incrementa el coste de la vida, viéndose beneficiado el accionista.

Además, como se observa en el siguiente gráfico, está comprobado que la bolsa es el mejor activo para invertir a largo plazo, siempre y cuando no invirtamos a precios desorbitados.

Invertir es como jugar a la ruleta rusa

Es evidente que invertir en bolsa tiene riesgos, pero debemos saber que cuando se toma la decisión de comprar una acción, lo único que estamos haciendo es adquirir una pequeña porción de una empresa.

Los inversores perciben “riesgo” porque las acciones son volátiles y su precio cambia cada día, sin embargo, a largo plazo las cotizaciones tienden a seguir la evolución real de los negocios que hay detrás.

Es necesario realizar un buen análisis de valoración de empresas para entrar en el mercado y minimizar riesgos.

Santander y Telefónica siempre son valores seguros

Otro mito más. Cuando se invierte siempre hay riesgos, y Santander y Telefónica también los tienen.

El que invirtiera en estas empresas en los últimos 20-25 años seguramente haya perdido dinero. No hay más que ver los gráficos históricos.

Si es cierto que estos no incluyen dividendos, pero la foto no queda mucho mejor con ellos, pues lo siguen haciendo peor que el mercado.

Nuestra recomendación es que se abra un poco la mente, pensemos y miremos otras empresas y mercados.

Aunque no es el objetivo del artículo, resumimos algunos de los motivos por los que no han sido buenas inversiones:

  • No son muy amigables con los accionistas. Los diluyen constantemente.
  • Son negocios commodities, en los que si un competidor baja precios en una «guerra de precios» se ven obligadas a competir, rebajando márgenes.
  • Son negocios muy endeudados y con poca flexibilidad financiera.
  • Tienen amenaza constante de disrupción tecnológica, en mayor medida la banca con las Fintech.
Por supuesto, tampoco estamos diciendo que “siempre sean malas inversiones”, porque al final todo tiene un valor y un precio.

Comprar acciones que pagan muchos dividendos es la mejor estrategia

Comprar una acción solo por el dividendo no es una buena estrategia si la empresa que hay detrás no se ha adquirido a buen precio y tiene un mínimo de calidad. (Vea aquí las mejores empresas para invertir por dividendos de la bolsa)

Además, es mala estrategia para el inversor particular, porque el día que se pagan dividendos se descuenta del precio de la acción y el accionista paga impuestos por ello.

El dividendo es una consecuencia las opciones de inversión que tiene una compañía. Si la empresa no tiene dónde reinvertir sus ganancias, lo lógico es que reparta el beneficio a sus accionistas, haga recompra de acciones, o lo guarde en su caja para inversiones futuras.

Existen empresas que se endeudan para pagar estas rentas, realizando una pésima gestión del capital. Aunque su rentabilidad por dividendo sea alta, su cotización no suele ser buena a largo plazo por estos motivos.

Además, de hacerlo repetidamente en el tiempo, es posible que en un futuro se tengan que ver obligados a hacer recortes en el dividendo. Esto suele pasar en empresas que ofrecen dividendos de más del 6-7%, pues el mercado lo descuenta. Existen muchísimos ejemplos como el recorte de dividendos de Vodafone, Telefónica, o BMW.

Ni que decir tiene que en bolsa no se gana más si una empresa paga muchos o pocos dividendos. Se gana si una empresa va bien, es de calidad y está comprada a un precio adecuado.

Invierte en blue chips, que son seguros. No inviertas en empresas pequeñas que tienen mucho riesgo.

Como ya se ha comentado, cualquier inversión tiene su riesgo, y no por comprar una acción “blue chip” vais a ganar dinero siempre.

Como ejemplo, veamos la comparativa entre la acción del BBVA y empresas como Miquel y Costas o Iberpapel. Estas empresas, desconocidas para el público general, han tenido una rentabilidad mucho mayor. A simple vista y por su nombre la gran mayoría de inversores las evitaría, pero si se analizan bien, vemos que ambas han sido excelentemente gestionadas, con visión de largo plazo y gran generación de valor.

Destacar que esto no siempre es así, y hay empresas pequeñas  y chicharros destinados a desaparecer. También suele haber más valor en empresas pequeñas que en grandes debido a que son menos seguidas por inversores profesionales y sus precios se ajustan menos a su valor.

2 Comentarios

  1. Nómada Financiero 21 agosto 2019
    • Pinigu 21 agosto 2019

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