Siempre nos han hecho creer que la deuda es mala, sin llegar a estudiar las diferentes situaciones.
Sin embargo, también existe la deuda buena.
Si el endeudamiento es utilizado correctamente, podemos ganar mucho dinero, ya sea por pedir dinero prestado para invertir en bolsa, recibir un crédito para comprar un negocio rentable o una hipoteca para una casa que posteriormente alquilemos, una vez «realizados los números». También aumenta nuestros riesgos lo que lo hace inadecuado para la mayoría de las personas.
Aunque de manera generalizada y en mi opinión no considero una buena idea pedir dinero prestado para invertir en bolsa, es cierto que en algunas circunstancias y dependiendo de diferentes factores, como la experiencia del inversor, su situación financiera o su mentalidad pueden hacerlo una buena opción para generar una rentabilidad extra.
En este artículo te cuento mi experiencia sobre este tema, los motivos que me llevaron a endeudarme para invertir en bolsa y el análisis que hice. Además, te doy mi opinión de los casos en los que creo que estaría justificado hacerlo.
Índice
¿Es recomendable pedir dinero prestado para comprar acciones?

Como ya he comentado, no estoy a favor de que la mayoría de las personas usen deuda financiera para invertir en bolsa.
Creo que son pocas las personas con la cultura financiera adecuada para usar el apalancamiento de manera eficaz, en la que «invertir no sea una lotería», y sí se haga solo y exclusivamente con criterios financieros y a largo plazo.
Incluso para los inversores profesionales el uso de deuda hace que ante un error de inversión, las pérdidas se amplifiquen y se conviertan en malas decisiones, por lo que es posible que tampoco deban usar dinero que no tienen para este fin.
Por lo tanto, hay que pensarse dos veces este tema antes de pedir prestado para invertir.
Ya lo decía Warren Buffett:
He visto a más personas fracasar debido al alcohol y el apalancamiento: el apalancamiento es dinero prestado. Si eres inteligente, ganarás mucho dinero sin pedir prestado.
Warren Buffett.
Factores en los que puede ser recomendable apalancarse para invertir
Aunque esté en contra de la deuda para este fin, no lo considero un despropósito en todas las circunstancias.
Si me parecen malas decisiones financieras todos los casos en los que algunas personas usan deuda excesiva para comprarse coches que no pueden permitirse, casas más grandes de lo que su situación financiera permite o simplemente darse el capricho de unas vacaciones porque no tienen dinero ahorrado.
Antes de pedir prestado y buscar tener algo de deuda buena, es preferible tener un buen hábito de ahorro y analizar que puedes devolver el dinero en todos los escenarios.
¿Cuándo es posible que apalancarse para invertir se una buena idea?
Veamos algunos casos en los que en mi opinión, podemos plantearnos pedir prestado para realizar inversiones.
En mi opinión, se tienen que dar prácticamente todos los casos de manera simultánea para reducir riesgos, que nunca dejaremos de tenerlos.
Tienes mucha experiencia
Para mi es el aspecto más importante.
Por muy convencidos que estemos de nuestras ideas de inversión siempre hay aspectos que se salen de nuestro control.
Además, el mercado es ineficiente, y puede permanecerlo más tiempo del que cualquiera de nosotros solvente.
Si no analizas las empresas en las que inviertes de manera profunda a través de sus estados contables y decisiones de los gestores el apalancamiento en todos los aspectos es una mala idea que puede llevarte a perder dinero.
Lea también: ¿Cómo valorar empresas en bolsa?
Puedas permitirte perder toda la inversión de la deuda
Esto es como solicitar un préstamo y gastarlo en unas vacaciones. Una vez terminadas tendremos deuda y 0 € de activos.
La diferencia está en que si se usa el dinero para irse de viaje habremos vivido una experiencia enriquecedora. No es así si utilizamos dinero ajeno para perder dinero en los mercados, en los que habrá sido «un quebradero de cabeza».
Nuestra deuda financiera total no supera el 20% de nuestros activos líquidos
Por ejemplo si tenemos una cartera de inversión diversificada y dinero en el banco por valor de 100.000 € y pedimos prestados 25.000 €, el resultado es que al invertirlos tendríamos activos por valor de 125.000 € y una deuda de 25.000 €, es decir, del 20%.
Si la cartera está diversificada los errores se minimizan, pues nuestro apalancamiento sería de 1,25x.
En estos cálculos no cuento con las inversiones «no líquidas» como la vivienda.
Esto es porque gracias a los activos líquidos siempre podremos vender parte para amortizar parcialmente o totalmente el crédito si lo consideramos necesario, y no excedernos con los riesgos.
Los tipos de interés son bajos
No es lo mismo endeudarse a un 3% que hacerlo a un 15%. En el primer caso pedir dinero para invertir sería rentable con inversiones que nos generen, por ejemplo un 5%. No como en el caso de la deuda más cara, que sería una mala decisión.
La cuota resultante del crédito es asumible
Si ganamos 2.000 € al mes y nuestros gastos fijos son de 1.200 €, analizaría bien las circunstancias para establecer la cuota máxima dejando bastante margen para imprevistos que no nos obliguen a vender activos.
Existe una situación puntual de mercado
Por ejemplo, que tengamos unas acciones o fondos en el radar y se produzcan caídas masivas del -20 o -30% por algún motivo injustificado, que nos haga comprar con descuento.
Podemos devolver el préstamo en todos los escenarios
Si nos vamos al peor de los escenarios, tenemos que estudiar si seríamos capaces de devolver las cuotas de la deuda, ya sea por un despido, dejar el trabajo, quedarnos sin ingresos por cualquier motivo o tener un incremento inesperado de nuestro gasto.
Endeudarse para invertir. Mi experiencia

Aunque no lo recomiendo y seguramente no lo vuelva a hacer, el banco me ofreció un préstamo pre-aprobado en 2018 al 5,95% de interés.
Estos tipos no son bajos, pero se dieron algunas de las circunstancias de mercado para llevar a cabo la operación, además de que quería llevarme la experiencia, positiva o negativa, acotando los riesgos siempre.
El mercado de valores no había caído, aunque después de analizar las acciones de Microsoft (ver análisis de las acciones de Microsoft) creí que podía ser interesante usar un dinero que no tenía y podía permitirme pedirlo para poner esta empresa en mi cartera.
Pensaba lo siguiente:
- El préstamo era a 7 años, con un tipo de interés del 5,95%. Sin embargo, aunque no es un tipo de interés muy bajo, la media del S&P 500 había sido superior al 8% a largo plazo. Además pensaba que Microsoft estaba muy infravalorada y podía conseguir mayor rentabilidad.
- No me convencía apalancarme con opciones, fundamentalmente por precio.
- El préstamo no llegaba al 15% de mis activos líquidos, y la cuota final era asequible en todos los escenarios.
- Vi muy infravalorada la acción de Microsoft, y no quería vender el resto de mis acciones para comprarla. Los impuestos reducirían mis ganancias y quitarían poder al interés compuesto a largo plazo.
- Calculé todos los escenarios posibles, incluido el de dejar mi trabajo y quedarme sin ingresos. De hecho este escenario finalmente se dio. También valoré el riesgo de que el mercado cayera un -60 o -70%.
- Si la estrategia salía bien, siempre podía vender parte de mis inversiones o destinar el ahorro futuro a amortizar parcialmente el crédito (como si invirtiera en un depósito al 5,95%). También podría seguir adquiriendo activos.
En mi caso, una vez compradas las acciones de Microsoft en junio de 2018 a un precio alrededor de 100 dólares, el mercado quiso que todo empezara a caer, llegando a perder alrededor de un -10% en un corto periodo de tiempo, en lo que fue un final de 2018 muy malo por los mercados por las subidas de tipos de la FED.
Sin embargo aunque arriesgado por el apalancamiento, seguí aumentando mi posición, y en este caso tuve suerte, pues las acciones se han multiplicado desde entonces:

A día de hoy sigo teniendo mis acciones de Microsoft, aunque he realizado alguna venta para diversificar la cartera.
He preferido seguir ahorrando e invirtiendo en activos que pensaba que estaban infravalorados antes que hacer amortizaciones anticipadas, aunque también las he hecho para bajar el endeudamiento.
Además, con el paso de los meses la deuda disminuía por el simple hecho de pagar la cuota correspondiente. También, como la cartera de inversión subía, el porcentaje de la deuda sobre los activos líquidos totales también disminuyó.
Sin más, esta es mi experiencia, que no recomiendo seguir en la gran mayoría de ocasiones, incluso en inversores profesionales.
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Este artículo se trata de una opinión personal y no de una recomendación de compra-venta de acciones o de cualquier otra decisión financiera.
Súper interesante tu experiencia, muchas gracias por compartirla.
Muy interessante me aclaraste algunas dudas que tenia