Desde que empecé a interesarme por la inversión en bolsa he estado pendiente de lo que hacían los mejores inversores. Recuerdo leer las cartas a los accionistas de Warren Buffett, ver los vídeos de las conferencias del antiguo equipo de Bestinver o leer con avidez El inversor Inteligente. Aunque con el tiempo he desarrollado mi propio estilo y personalidad invirtiendo, fueron sus enseñanzas las que me han convertido en el inversor que soy hoy.
Sin embargo, todo esto tiene un problema. El tiempo, complejidad y, a veces, lo poco divertido que puede llegar a ser aprender de estos genios. Es cierto las personas a las que le gustan las inversiones disfrutan del proceso, pero entiendo que una conferencia de tantas horas como las de Berkshire Hathaway o leer El inversor inteligente puede ser tedioso para la mayoría. Es más, en mi caso particular, por mucho que a mí me guste, tengo que confesar que se me hizo duro acabarme el libro de Benjamin Graham.
¿Por qué digo todo esto? Porque hace unos años coincidí en una gestora de fondos con una persona que había publicado un libro (El pequeño gran libro del value investing) en el que resumía las mejores ideas de los mejores inversores en un libro breve y muy entretenido. Con el tiempo, ese compañero se convirtió en amigo mío y, recientemente, ha vuelto a reeditar el libro.
Es cierto que no soy del todo imparcial por la relación de amistad que me une con él, pero es más cierto aún que el libro me gustó mucho, por lo que voy a hacer algunos comentarios sobre por qué merece la pena leer este libro de inversión o por qué no.
El pequeño gran libro del value investing
Creo que El Pequeño gran libro del value investing es un libro único que cualquier iniciado en la inversión debe leer. Poniendo un símil, se puede definir como un complejo vitamínico.
Imagina… Escuchar a Buffett es como comprar pastillas de vitamina C, te vienen muy bien para las defensas, pero te falta vitaminas para el pelo, la piel… Peter Lynch podría ser la vitamina D, que ayuda a los huesos y los músculos. Y, por acabar con la parábola, a Benjamin Graham podríamos considerarlo como el hierro, indispensable para los glóbulos rojos.
Todas son necesarias, pero atiborrarse de una no es bueno, salvo que tengas una necesidad específica. Posiblemente sea mejor tener de todo en su justa medida, y eso es este libro, un complejo vitamínico, que tiene en la medida justa lo mejor de cada uno.
Lo que me gustó del libro es lo práctico que es. Cuando lees u oyes a los grandes inversores se hace difícil entender cómo aplicar sus ideas. ¿Alguien sabe cómo invertir como Benjamin Graham hoy en día? Sin embargo, en El pequeño gran libro del value investing explican cada teoría de forma más sencilla que el inversor original, y con ejemplos reales, actuales y claros.
Si me lees desde hace tiempo, te habrás dado cuenta de que me gustan las empresas de calidad y crecimiento, aunque tenga que pagar un PER más elevado. Esto se corresponde con la filosofía de Philip Fisher, que explicaba cómo invertir en este tipo de empresas, y por qué hacerlo.
Entre otras cosas, Fisher decía que estas empresas eran las mejores inversiones y que había que mantener sus acciones de por vida, mientras la empresa no cambiase. ¿Por qué? Por un lado, porque son las que más valor crean, pero, además, a diferencia de otros value, él pensaba que si el ratio precio/beneficios era alto porque la empresa era de calidad, no había ningún motivo para que este ratio bajara, siempre y cuando la empresa siguiese siendo buena.
En mi opinión, la teoría de Fisher tiene sentido, y se cumple en muchas de las acciones que tengo en cartera. Por ejemplo, en Google (ver análisis aquí). En el libro también la usan como ejemplo, y creo que tiene mucho sentido.
Podemos ver un fragmento aquí:
Como ves, Google siempre ha cotizado a múltiplos altos desde el punto de vista del value clásico pero, sin embargo, ha sido tremendamente rentable para sus accionistas. Sus ventajas competitivas no sólo se mantienen con el tiempo, sino que se amplían, y su crecimiento sigue siendo muy elevado. ¿Te imaginas haber vendido Google en 2015 solo porque cotizaba a un PER alto? Seguro que es algo que habrían hecho muchos value clásicos, pero no a alguien que conociera a Philip Fisher.
Otra empresa que tengo en cartera (una posición muy minoritaria) y de la que he hablado es Shopify (ver análisis de Shopify). Podríamos definirla como una inversión típica de Peter Lynch, una compañía que veo día a día cuánto se usa, lo útil que es y cómo crece. ¿Por qué una inversión típica de Peter Lynch? Porque Lynch explicaba que las mejores ideas están delante de tus ojos: en la tienda que siempre está llena, en los productos que compra tu pareja o, en el caso de Shopify, en los productos que cumplo online.
Esta idea es tremendamente poderosa pero muy pasada por alto. En España los inversores tienen la costumbre de invertir en Telefónica mientras que se dan de baja de Movistar o invierten en Santander mientras se abren una cuenta en ING. Pues Lynch explica justo lo contrario.
En «El pequeño gran libro del value investing» explican esto de forma clarísima. En el libro, usan el ejemplo de Primark. Aunque en estos momentos está en horas bajas por la pandemia, lo cierto es que es un ejemplo muy claro de lo que buscaba Peter Lynch. Colas en las calles y clientes locos por un producto.
Y lo mismo que se explica con Lynch y Buffett se hace con otros mucho como Buffett, Paramés, Graham… En menos de 300 páginas puedes entender las principales ideas para invertir con éxito de forma amena y super práctica.
Es cierto que no soy imparcial por mi relación de amistad con Carlos, uno de los autores del libro, pero también es verdad que, si no pensara que se trata de un gran libro, tremendamente útil para principiantes, iniciados y avanzados, no lo diría.
Como punto negativo diría que si eres un gran experto este libro no es para ti, pues posiblemente ya conozcas todas estas ideas, pero, si no estás todavía en ese punto, sí que creo que es una gran inversión.
Por último, si te ha parecido interesante y quieres conocer más, te dejo el enlace para adquirir el libro. Mi recomendación es total y deseo que lo puedas disfrutar tanto como lo hice yo:
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